CAS: Actividad Achupallas

La actividad de todos los días martes concita la participación de unos diez a doce alumnos voluntarios, que de manera entusiasta y de muy buen espíritu colaborativo hacen un alto en sus actividades académicas y personales para brindar momentos de apoyo pedagógico a niños estudiantes de enseñanza básica.

Todos reunidos a las siete y media de la tarde en la sede vecinal “Fe y Esperanza” prestos para comenzar a desarrollar las tareas y el estudio.

Allison, Catalina, Diego, Valentina, Javiera son los nombres de algunos de los treinta niños aproximadamente que se atienden en esta jornada semanal. Muchos de ellos ven en esta actividad la oportunidad para aprender verdaderamente , sacar adelante sus asignaturas y preparar pruebas.

Podemos decir con orgullo que no pocos de ellos gracias a la dedicación de nuestros alumnos mackayinos logran superar dificultades de aprendizajes y pasar de curso.

Recibimos cada día martes el agradecimiento de los padres de estos niños, les ofrecemos cafecito, mientras esperan a sus hijos, y a estos una colación preparada con mucho cariño por nuestros alumnos voluntarios a las seis en la casona del colegio.

“Achupallas, una gran razón para seguir participando con emoción…”

 

Mi experiencia en CAS – Achupallas    

Desde la primera vez que fui, tuve otra visión de mundo, ver otra realidad, quedando con unas ganas gigantescas de querer volver todos los días. A partir del momento en el cual estamos en la cocina preparando las colaciones, percibo una atmosfera de emoción y asumiendo que pronto estaremos de vuelta con ellos, haciendo lo que hacemos cada semana, es inigualable, una hermosa aventura. Y llegar allá en los autos y camionetas tocando las bocinas y ver a todos los niños corriendo hacia nosotros, como si fuéramos unas personas importantes para ellos, verlos con deseos de querer estar con nosotros, de querer estudiar con nuestra ayuda, porque para ellos se les hace muchísimo más fácil con nuestras maneras de enseñar. Y después de eso, darles la colación, pasar un buen tiempo con ellos conversando de que le gustaría hacer, aprender, de saber cómo estuvo su semana, y porque no, jugar un partido de futbol, etc.

Concluimos cada año año haciendo mejoras materiales para la sede, para finalmente concluir con una once y regalos para los pequeños. Ese mismo día fueron más niños de los que normalmente iban, y que van a ir este año y nosotros estamos muy motivados para ayudarlos y pasar un buen momento con ellos. Saber que estos niños son felices con nuestra presencia causa emociones dejan huella, te hace sentir único, vale la pena ir por lo que sea, no es para nada una pérdida de tiempo, sino un par de horas llenando tu alma de alegría, y compartirla de nuevo la semana que viene con los pequeños.

Muchas gracias,

Sebastián Covarrubias.

Candidato Diploma 2017