Miércoles
30 AbrExposición de Artes Visuales 2025 del programa Diploma IB
El viernes 4 de abril se inauguró la exposición de Artes Visuales 2025 del Diploma IB de los alumnos Benjamín Ramis García y Rodrigo González Jadell, en la galería interior de la casona del colegio.
Si bien el mismo hecho de inaugurar obras de alumnos merece ser destacado, esto no es una actividad aislada del itinerario institucional. Es el cierre de un proceso de acción e investigación de más de dos años, donde Benjamín y Rodrigo, por un lado, debieron cumplir con lo formal del programa en sus tres formas articuladas: la primera, un estudio teórico reflexivo a propósito de tres obras de arte de artistas relevantes tanto para la escena global y nacional; el segundo componente, la carpeta de proceso, en donde los alumnos fijan sus intereses, búsquedas, logros, aciertos, pero también aquellas dificultades que puede acarrear un proceso de creación artística. Y finalmente, la exposición, donde están las obras, donde ésta va más allá de una mera instalación de cuadros u objetos; más bien, esta se concibe como un guion que ellos mismos proponen y determinan.
La exposición no es una mera actividad, sino un acontecimiento, donde ellos exponen y se exponen, que en el caso de Benjamín, todo se consolidó en un recorrido por un lado interior y biográfico de su experiencia como sujeto consciente de su entorno, el autorretrato como género artístico que narra y expresa su tránsito a la adultez, pero a su vez, también con una conciencia del contexto en que habita. Benjamín incursionó en la pintura de paisaje, se configuró como alguien que valoriza y resignifica el paisaje en su forma esencial y conectada con la naturaleza. Por otro lado, Rodrigo, en su investigación a lo largo del programa, recupera un imaginario lúdico e ilustrativo que realizaba en su primera infancia, lleno de monstruos (como los llama él), seres que habitan lo cotidiano en una piel aparentemente naif, los cuales inundan y saturan toda composición y formato. Podemos decir que Rodrigo nos propone una suerte de fábula, donde entramos a su manera de ver el mundo, tanto en lo luminoso como también lo oscuro. En estas ilustraciones también hay palabras, están escondidas o mimetizadas, estás, dicen, lo que no pueden decir los monstruos y los monstruos dicen lo que no pueden decir las palabras.
Finalmente, estamos ante una exposición que sí atiende lo que se espera de ella; por cierto, hay cuadros, pinturas, esculturas y objetos. Sin embargo lo relevante aquí, es aquel tránsito disciplinar y de sentido que tanto Rodrigo y Benjamín han cumplido en estos dos años, donde la práctica artística visual es consecuencia de la investigación reflexiva y material, por lo mismo las obras desplegadas en la casona, son una consecuencia más que un fin en sí mismas.
CARLOS SILVA TRONCOSO (Profesor de Artes Visuales. The Mackay School)